Cómo gestionar el outsourcing de servicios

blog-calidad-subcontratar

El outsourcing, o subcontratación de servicios, es una práctica cada vez más extendida en empresas de todo el mundo. Permite delegar tareas o procesos específicos a proveedores externos, liberando recursos internos para centrarse en actividades estratégicas. Pero, como todo, la tercerización no está exenta de riesgos que deben ser considerados y gestionados adecuadamente. Personalmente, siempre me encontré con resultados excepcionales cuando este proceso se gestiona correctamente.

Ahora bien, ¿qué factores deberíamos tener en cuenta para tener una experiencia satisfactoria?

  1. Identificación y evaluación de riesgos

Debemos tener muy en claro qué buscamos resolver mediante la subcontratación, cuál es el objetivo principal. Una vez identificado, podremos reconocer cuáles son los riesgos potenciales que enfrentamos. Analizando factores como la complejidad del proceso delegado, la dependencia del proveedor, el impacto de este proceso en la calidad final de los productos y servicios propios, así como los riesgos financieros y legales. Una evaluación inicial exhaustiva puede evitar problemas significativos más adelante.

  1. Selección cuidadosa del proveedor

Elegir al proveedor adecuado es fundamental. Hay que investigar a fondo a los posibles proveedores, evaluando su experiencia, reputación, capacidad técnica, infraestructura y enfoque en la gestión de riesgos. He observado cómo una elección informada de proveedores puede aportar no sólo eficiencia en tiempos, sino también abrir la puerta a la innovación.

  1. Establecimiento de un contrato claro y detallado

El contrato debe definir claramente el alcance del trabajo, los niveles de servicio esperados, las métricas de desempeño, los procedimientos de comunicación, las responsabilidades de ambas partes y los mecanismos de resolución de disputas. Un contrato bien redactado es como un buen mapa: te guía y evita sorpresas desagradables. Esta claridad es esencial para construir una relación de confianza.

  1. Implementación de un plan de gestión del desempeño

No se puede gestionar lo que no se mide. Acordar con el proveedor un plan para monitorear y evaluar periódicamente su desempeño y avances es necesario para que la subcontratación no solo resuelva una cuestión puntual, sino que también permita ganar tiempo y tranquilidad para seguir creciendo. Esto puede incluir revisiones, informes de desempeño, auditorías y mecanismos de retroalimentación. Un seguimiento continuo garantiza que se mantengan los estándares y se aborden los problemas antes de que escalen.

Cuando se gestiona adecuadamente, la tercerización puede ser una herramienta valiosa para mejorar la eficiencia, reducir costos y acceder a habilidades y experiencias especializadas. Es una oportunidad que, bien gestionada, puede llevar a resultados sobresalientes.

Picture of Lucas Torres

Lucas Torres

Business Development Manager en Glinnar