En el mundo del desarrollo inmobiliario planificar es obligatorio pero reaccionar y adaptarse rápidamente a los cambios es lo que marca la diferencia, ya que es un mercado fluctuante -sobre todo en épocas de crisis- y con muchos jugadores involucrados.
Cada proyecto es diferente al anterior y a pesar de que se planifique todo al detalle, las cosas rara vez salen según el plan original. Es en esos momentos cuando la experiencia profesional es un diferencial clave.
¿Qué se debe hacer frente a una contingencia o imprevisto?
Como vimos, más allá de las situaciones inesperadas, administrar todas las partes móviles en el proceso de desarrollo inmobiliario es una tarea desafiante. La dispersión de la información en distintos sistemas y documentos nos lleva a ineficiencias, impidiendo trazar y medir de manera precisa en qué etapa se encuentra cada desarrollo.
Invertir en una planificación integral de la información y en tecnologías de gestión ya no es una recomendación, sino una necesidad para destacar como una empresa seria y confiable.
Por otro lado, antes de desarrollar un proyecto inmobiliario es clave realizar un estudio de mercado para reconocer el segmento de público objetivo al que va dirigido, ya que cada obra está destinada a usuarios diferentes. En este sentido, comprender el proyecto, su estrategia y perfil ayudará a direccionar mejor la evaluación.
Se trata de una tarea compleja que para ser exitosa debe ser el resultado de investigación, análisis, procesamiento de información y preparación. La etapa de planificación pre operativa y la gestión integral cobran mucha importancia ya que pueden tener un impacto significativo sobre la rentabilidad a pesar de que su incidencia en el costo sea baja. Además, con esta inversión se pueden evitar futuros contratiempos.
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